Los obispos de la Provincia Eclesiástica de Mérida-Badajoz animan al cumplimiento "responsable" de las normas sanitarias

Los obispos de la Provincia Eclesiástica de Mérida-Badajoz animan al cumplimiento "responsable" de las normas sanitarias

lavanguardia.com 19-10-2020

Los obispos de la Provincia Eclesiástica de Mérida-Badajoz han lanzado un mensaje con motivo de la pandemia de la Covid-19, en el que animan al cumplimiento «responsable» de las normas dictadas por las autoridades sanitarias «en su vocación de servicio a la sociedad» y «en tal sentido merecedoras del reconocimiento y gratitud de todos los ciudadanos, que esperan de ellas transparencia y unidad».

«Como ha recordado recientemente el Papa Francisco en su encíclica Fratelli Tutti, ‘la grandeza política se muestra cuando, en momentos difíciles, se obra por grandes principios y pensando en el bien común a largo plazo’ (núm. 178)'», señalan los obispos, que lamentan que en esta «segunda ola» la evolución de la situación en estos últimos meses les «obliga» a recordar a todos la responsabilidad con la que se ha de vivir la situación presente.

Así, han abogado por «un comportamiento sensato, prudente pero sin miedo, capaz de encontrar los medios oportunos para cuidar la salud propia, pero también la de los hermanos». «Y no sólo la salud física sino también la psicológica y la espiritual», dado que, según ejemplifican, cuando se habla de distancia social o interpersonal, «además del valor propiamente sanitario, este comportamiento supone un alto grado de responsabilidad», pues esa distancia «no supone ruptura» sino «más bien, respeto y consideración al otro» y «termina siendo una forma exquisita de caridad».

En concreto, el arzobispo de Mérida-Badajoz, Celso Morga; el obispo de Plasencia, José L. Retana; y el administrador diocesano de Coria-Cáceres, Diego Zambrano; decidieron en su reunión ordinaria de la Provincia Eclesiástica de Mérida-Badajoz del pasado día 9 de octubre enviar un mensaje a las comunidades eclesiales y, en general, a los fieles de dichas diócesis.

«Conscientes de que el Señor nos ha encargado el cuidado del pueblo de Dios, con particular esmero en las actuales circunstancias, además de hacer llegar a todos nuestro saludo de paz y de bien, queremos compartir las preocupaciones del momento presente, invitar a vivirlo desde la responsabilidad social y eclesial e indicar algunas recomendaciones que nos parecen necesarias en la actual situación», señalan, según indica el Arzobispado de Mérida-Badajoz en nota de prensa. VULNERABILIDAD Y LUZ

Así, en primer lugar se han referido a que ser «vulnerables» es «probablemente» la lección primera de esta crisis, y que la Covid-19 «ha hecho tomar conciencia de esta gran verdad», como consecuencia de lo cual «todos hemos experimentado desconcierto, desánimo, incertidumbre e incluso miedo» ante «este cortejo de desdichas: la enfermedad en cuanto tal, el dolor en las familias, la pobreza económica como consecuencia de la pérdida del trabajo y, finalmente, la misma muerte».

«La conciencia de nuestra vulnerabilidad, si es asumida con madurez humana y cristiana, ofrece la posibilidad de encarar las dificultades de una manera nueva», han valorado los obispos, a la vez que han considerado que durante esta emergencia sanitaria se ha experimentado «de forma palmaria que no podemos ni debemos vivir solos».

También se ha comprobado que las comunidades eclesiales «son un espacio privilegiado para fortalecer, por una parte, la comunión hacia dentro y, por otra, el compromiso con las personas que están siendo más vulnerables en la actual situación de pandemia, creando una auténtica ‘cultura del encuentro'».

Al mismo tiempo, se han referido a que, en los días «más tristes y aciagos» del confinamiento, se pudo «percibir como rayos de luz tantísimos gestos» de familiares y amigos y, al mismo tiempo, se pudo «sentir también como hermanos» a los sanitarios, los miembros de las fuerzas del orden, los transportistas y otros trabajadores, así como a los voluntarios, sobre lo cual han reconocido y agradecido a todas las instituciones y grupos eclesiales que han generado iniciativas de solidaridad. VOLVER A LOS TEMPLOS

En tercer lugar, los obispos han invitado, tras los meses en los que estuvieron cerrados los templos al culto público y de la posterior limitación de los aforos, a «volver con alegría» a la casa del Señor «para encontrar en la Eucaristía y en los demás sacramentos el alimento de nuestra vida cristiana».

«Por otra parte, hay que evitar restricciones arbitrarias o que se limiten los derechos de los fieles. En concreto, por más que sea preferible la comunión en la mano por razón de la situación, no puede prohibirse la comunión en la boca, como ha ocurrido en algunas ocasiones, a veces incluso cuando el fiel estaba ya a punto de recibirla», han expuesto, para confiar «al buen sentido pastoral de los sacerdotes que procuren fórmulas que permitan vivir con paz y sin tensión un momento como ése, de particular intensidad espiritual».

También invitan a «vivir la esperanza» y definen los Consejos pastorales parroquiales como «un espacio privilegiado para buscar, entre todos, caminos audaces para revitalizar la tarea evangelizadora»; y recuerdan que en su carta del día 31 de mayo a los sacerdotes de Roma el Santo Padre decía: «La fe nos permite una realista y creativa imaginación capaz de abandonar la lógica de la repetición, sustitución o conservación; nos invita a instaurar un tiempo siempre nuevo: el tiempo del Señor».

Finalmente, invitan a poner la «confianza en el Señor» y confían en que, pese a los estragos «de este maldito virus», «podremos sentir real y cierto el anuncio del Señor: «Mira, yo hago nuevas todas las cosas (Apocalipsis 21,5)’. Ese grito de victoria viene inmediatamente después de estas palabras: ‘Y enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya no habrá muerte, ni duelo, ni llanto, ni dolor, porque lo primero ha desaparecido (versículo 4)’.

«No apoyamos, pues, nuestra esperanza en un fatuo cálculo de probabilidades ni en la estadística de los números. Nuestra esperanza está en Dios, en su amor, en su misericordia. A Él confiamos también a los científicos e investigadores que trabajan por encontrar una vacuna o una terapia eficaz, así como a los responsables políticos, económicos y sociales que buscan soluciones que mitiguen las secuencias negativas de la pandemia», concluye, para poner su recuerdo en Santa María de Guadalupe, patrona de Extremadura, concluye el comunicado.